VIENTOS PROPIOS


A veces uno vive como un robot. Los pensamientos nos desconectan de la vida y nos perdemos en las listas de deberías y del tengo-que-hacer. ¿Cuanto tiempo vivimos conforme a nuestras auténticas prioridades y valores, y no según criterios heredados o impuestos por la sociedad? Demasiado poco. Tomamos como propias las normas del afuera y no sabemos decir "no" a quienes esperan algo de nosotros: padres, hijos, amigos, jefes... Así que nos esforzamos, conseguimos las metas que imaginamos nuestras, competimos por ellas y cosechamos el éxito, un éxito que cuando llega entonces se torna ajeno porque nunca ha sido personal. Olvidamos que lo mejor es enemigo de lo bueno. Y cuesta determinar qué nos da esa felicidad interior, esa sensación de paz que surge cuando dejamos de contemplar la vida como una lucha y nos dejamos llevar por su río, por su fuerza. Las exigencias externas consiguen desconectarnos de nosotros, cuesta apropiarse del tiempo... En definitiva es todo un reto sentirte dueño de tu vida. Sin embargo corren buenos tiempos para desafiar lo establecido, para romper con lo viejo, para olvidar las normas y tomar un rumbo, una actitud que se acerque más cercana a la esencia de lo que somos. ¡Conviene aprovechar estos vientos favorables!

Comentarios

Entradas populares de este blog

MIRANDO EL MAR, CONTEMPLANDO LA VIDA

SOBONFU SOME UNA DE LAS VOCES MÁS ESCUCHADAS DE LA ESPIRITUALIDAD

LA LOCURA QUE CURA