Entradas

Mostrando entradas de mayo, 2013

ABRAZANDO LA NADA

Imagen
"La gente tiene miedo de no ser nada. Pero no ser nada es sólo un aspecto de ellos. No sólo no es algo que temer, sino que es una razón a celebrar. Sin tu historia estresante, no existe estrés, ¡obviamente! Cuando no crees en tus pensamientos, sólo queda risa y paz. Y ¿cómo puede la gente saber lo que es la nada, mientras siga creyéndose lo que piensa? "Algo es mejor que nada", ¿puedes saber que es verdad con absoluta certeza?", pregunta Byron Katie.  No sé lo que sé exactamente lo que es la nada -porque estoy llena de pensamientos y me dejo llevar por ellos-, pero sé cómo me aferro al dolor por miedo al vacío. Este miedo al vacío que lleva a hacer y a hacer más sin sentido, sin satisfacción; un miedo que nos hacer huir y correr tras un objetivo y después tras otro y después tras el siguiente. ¡Qué difícil resulta encontrar el valor de no seguir en el automático y tomar otro camino, dejar de controlar, soltar amarras y lastre, abandonar la mente, aband

CUANDO ALGO NOS DUELE EN LA VIDA...

Imagen
La pérdida de un ser querido -y a veces las pérdidas en general- desencadenan una cascada de emociones que unas veces nos atrevemos a vivir y otras no tanto.  El ser humano tiene cinco emociones básicas: alegria, rabia, amor, tristeza, miedo.   Cada emoción suele localizarse en una zona del cuerpo. Así, si no nos damos permiso para expresarlas, es fácil que en el proceso de superación de la  pérdida aparezcan dolores en el cuerpo. Surgen dolores fuertes de espalda, fatiga, fibromialgias...  Es importante validar cada una de las distintas emociones que irán apareciendo y darse un espacio para su expresión, sólo así podamos traspasarlas realmente. Otras de las grandes dificultades ante las cuales nos topamos es la dificultad de aceptar que durante un periodo de tiempo no podemos conseguir ser productivos. Es algo que esta sociedad no facilita. Nuestra sociedad, soberbia, amante del control y enemiga de la vulnerabilidad vive de espaladas a la muerte, a la enfermedad, a la ve

LA HISTORIA DE KISAGOTAMI

Imagen
 KISAGOTAMI EN "NADIE ME ENTIENDE"  (Ed. Luciérnaga) En tiempos de Buda murió el único hijo de una mujer llamada Kisagotami. Kisagotami no podía soportar la idea de no volver a verlo. La mujer dejó el cadáver de su hijo en la cama y le lloró durante muchos días implorando a los dioses morir a su vez. Como no encontraba consuelo, empezó a correr de una persona a otra en busca de una medicina que la ayudara a seguir viviendo sin su hijo o, de lo contrario, a morir con él. Le dijeron que Buda la tenía. Kisgotami fue a ver a Buda. Le rindió homenaje y le preguntó: –¿Puedes preparar una medicina que mate este dolor o que me mate para no sentirlo? –Conozco esta medicina. Pero para prepararla necesito ciertos ingredientes. –¿Qué ingredientes? –preguntó la mujer. –El más importante es un vaso de vino casero –dijo Buda. –Te lo traigo ahora mismo –dijo Kisagotami. Pero antes de que ella desapareciera por la puerta, Buda añadió:   –Espera, mujer. Neces

LA IMPERFECCION DE LA VIDA

Imagen
Un fragmento de la novela "Nadie me entiende" (Ed. Luciérnaga) Tal vez la muerte hace la vida más imperfecta, pero la búsqueda de la perfección en la vida, en uno mismo y en los demás oculta un ideal de superioridad y omnipotencia que favorece la insatisfacción. Somos humamos, y esto significa que no todo depende de nosotros ni está en nuestras manos. Cuando se renuncia con humildad a lo perfecto, entonces es posible acoger la grandeza de lo pequeño y entregarse con más fuerza al placer de vivir. La vida es un proceso continuo de aceptaciones y un diálogo permanente con la realidad. Se puede optar por luchar y tratar de imponerse a ella o navegar por ella sonriendo ante lo que trae, doblegarse ante su misterio y su incomensurabilidad, aprendiendo a ver la muerte como un misterio ante el cual nada podemos, siendo discípulos, en lugar de víctimas o inquisidores, de un gran universo que tal vez tenga un propósito específico. Como dice Hermann Hesse en Demián

NADIE ME ENTIENDE

Imagen
La portada de la novela "Nadie me entiende" Ed. Luciérnaga  La muerte siempre nos sorprende. De la manera más inesperada te hace abrir los ojos a un mundo que de repente desconoces. Te despiertas tras el shock y contemplas los problemas, las personas, la vida, con unos nuevos ojos. De repente te das cuenta que estás en una sociedad que vive de espaldas a la muerte, como si no fuera algo que formara parte de la existencia de todos. Todos tienen prisa por dejarla atrás. Van a un entierro con ganas de salir corriendo lo antes posible. Quieren escapar de la muerte y de lo que supone pensar en ella.  Y quien está ante ella se siente tan vulnerable, y a la vez tan solo, que no puede ni permitirse llorar acompañado. Hoy en día no tenemos permiso para morir. Morir se asocia al fracaso. Tampoco la sociedad permite mostrar el dolor por la pérdida de un ser querido. Recuerdo que al poco de morir mi hijo David, yo caminaba por la calle como un zombie, es verdad, pero aun así m